
Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer
Cogí un tren que no dormía,
y vi tu cara en un cristal,
Era un reflejo del sol de mediodía,
era un poema de amor, para viajar
